En un giro impactante durante un reciente concierto de Taylor Swift en Río de Janeiro, la emoción de los fanáticos se convirtió en tragedia cuando temperaturas extremas cobraron la vida de Ana Clara Benevides Machado, de 23 años. El incidente ha encendido un acalorado debate sobre la responsabilidad de los promotores de conciertos, especialmente en países que experimentan condiciones climáticas severas.
Nathalia Barbieri, asistente al fatídico concierto, narró su experiencia angustiante al desmayarse en el calor sofocante, solo para presenciar a Ana Clara inclinada en una camilla cercana. Los asistentes recurrieron a las redes sociales acusando al promotor del concierto, Tickets for Fun (T4F), de negligencia. Las críticas se centraron en el acceso restringido al agua, con los fanáticos cerca del escenario recibiendo solo pequeñas tazas, y la prohibición de llevar botellas de agua al lugar.
Ante la creciente reacción negativa, se ha lanzado una campaña exigiendo que las autoridades y los promotores proporcionen botellas de agua gratuitas. El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, expresó su desaprobación hacia la gestión de T4F y prometió tomar medidas.
T4F emitió un comunicado atribuyendo el incidente al cambio climático, declarando: "Las temperaturas en aumento causadas por el cambio climático son una realidad". Los fanáticos, incluida Nathalia, quedaron insatisfechos con esta respuesta, argumentando que las advertencias climáticas han estado presentes durante décadas.
Esta tragedia sigue una tendencia de condiciones climáticas extremas que afectan eventos al aire libre en América del Sur. En Chile, una ola de calor en el festival de música Lollapalooza llevó a que los artistas pausaran mientras asistían a los fanáticos desmayados. Además, la entrega brasileña de Tomorrowland tuvo que cancelar su segundo día debido a tormentas masivas, y uno de los conciertos de Taylor Swift en Argentina se pospuso debido a fuertes lluvias.
Los expertos argumentan que los organizadores de eventos deben adaptarse a los desafíos climáticos. Bárbara Rodríguez, una académica especializada en infraestructura verde, sugiere medidas como permitir agua en el lugar, crear zonas sombreadas y puntos de hidratación. Ella enfatiza la necesidad de una planificación proactiva, citando los Juegos Panamericanos en Chile como un ejemplo positivo.
Taylor Swift, profundamente afectada por la muerte de Ana Clara, reprogramó su segundo concierto en Río. Los familiares de Ana Clara fueron fotografiados en el backstage del último concierto de Swift en Brasil en São Paulo, luciendo camisetas con la sonrisa de Ana Clara.
El incidente ha dejado un trauma duradero para asistentes como Nathalia, generando preocupaciones sobre la seguridad de futuros eventos en América Latina. A medida que el debate se intensifica, el enfoque se centra en la responsabilidad de la industria de conciertos de adaptarse al cambio climático y garantizar el bienestar de los fanáticos.
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