Según una importante investigación de diario El Heraldo se detectó irregularidades en las adquisiciones realizadas por varias secretarías de Estados durante los meses de noviembre y diciembre. Entre ellas, se han encontrado compras con evidentes signos de sobrevaloración.
El gobierno de Honduras enfrenta críticas y controversias luego de que se revelaran una serie de compras poco convencionales realizadas por diversas secretarías durante un período en el que se eliminó la figura del Comprador Público Certificado (CPC). Estas compras, que incluyen refrescos valorados en más de 1,700 lempiras cada uno, arreglos florales por más de 89,000 lempiras y otros gastos extravagantes como maquillaje y una pulsera, han generado un intenso debate sobre la transparencia y el uso adecuado de los fondos públicos en el país centroamericano.
La ausencia del CPC, cuya función es regular las adquisiciones públicas para prevenir actos de corrupción, abrió la puerta a que algunas secretarías realizaran compras que podrían considerarse excesivas o inapropiadas. La eliminación de esta figura deja en evidencia una brecha en los mecanismos de control y supervisión de las adquisiciones estatales, lo que ha generado preocupación entre la sociedad civil y diversos sectores de la población.
Entre las compras más destacadas se encuentra la adquisición de refrescos con precios que superan ampliamente los valores de mercado, lo que plantea interrogantes sobre la justificación de estos gastos y la existencia de posibles sobrevaloraciones. Además, se han detectado irregularidades en múltiples procesos de compra, lo que refleja una falta de rigor en la gestión de los recursos públicos por parte de las entidades gubernamentales.
Las cifras son reveladoras: durante un período de apenas 58 días, se gastaron más de 36 mil millones de lempiras en diversas adquisiciones, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema y la urgente necesidad de implementar medidas para garantizar una gestión transparente y responsable de los fondos estatales.
Ante estas revelaciones, la sociedad civil ha expresado su indignación y ha instado a las autoridades a investigar a fondo estas adquisiciones y a rendir cuentas sobre el uso de los recursos públicos. Existe una creciente demanda de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los fondos estatales, así como de la restitución de la figura del CPC como parte de los esfuerzos por fortalecer los mecanismos de control y supervisión en las adquisiciones públicas.
Es fundamental que el gobierno tome medidas concretas para abordar estas preocupaciones y restaurar la confianza de la ciudadanía en las instituciones estatales. Solo mediante una gestión transparente y responsable se podrá garantizar el uso adecuado de los recursos públicos y avanzar hacia un futuro más justo y equitativo para todos los hondureños.
Comments