En un giro sorprendente y repentino, la carrera presidencial de 2024 se transformó radicalmente cuando Joe Biden anunció su retirada histórica, seguida por su "total apoyo y respaldo" a su compañera de fórmula, la vicepresidenta Kamala Harris. Este cambio dejó a los expertos y comentaristas políticos con una nueva y emocionante ecuación política que resolver.
Ya no se trata de una contienda entre dos candidatos mayores, sino de una alineación demócrata renovada, con una sola pregunta pendiente: ¿quién será el candidato a la vicepresidencia de Harris? En cuestión de horas, demócratas de todo el país —delegados, superdelegados, donantes y líderes del Congreso— se unificaron en apoyo a Harris. En una noche, su campaña recibió casi 100 millones de dólares en donaciones. Ahora, los demócratas están ansiosos por conocer su decisión sobre el vicepresidente.
La especulación inicial se centró en destacados gobernadores del partido como Gretchen Whitmer de Michigan, Josh Shapiro de Pensilvania, Andy Beshear de Kentucky, Roy Cooper de Carolina del Norte y Jared Polis de Colorado, todos de estados cruciales en el Colegio Electoral. Gavin Newsom, gobernador de California, se autoexcluyó debido a la prohibición constitucional de que ambos miembros del ticket sean del mismo estado.
Sin embargo, la especulación informada en Capitol Hill y en los think tanks de Washington ha enfocado la atención en el senador junior de Arizona, Mark Kelly. Con credenciales impresionantes y una historia de vida convincente, Kelly se ha convertido en una posibilidad muy atractiva. Harris ha estado considerando seriamente a Kelly, incluso lo llamó poco después de recibir el respaldo de Biden, y actualmente está siendo evaluado oficialmente.
Kelly aporta una vasta experiencia militar, algo que Harris carece. Como piloto naval condecorado y astronauta que comandó el transbordador espacial Endeavor, Kelly es visto como un moderado político que apoya el control de armas más estricto y ha ganado un escaño en el Senado desde Arizona. Su reputación de lealtad y amabilidad, especialmente tras la trágica experiencia del intento de asesinato de su esposa, Gabby Giffords, lo ha solidificado como un héroe estadounidense junto a ella. Además, la posibilidad de asegurar los 11 votos electorales de Arizona es un gran punto a favor de la fórmula Harris-Kelly.
Además de la especulación política, la campaña de Harris ha abrazado la viralidad en las redes sociales, especialmente entre la Generación Z. La campaña ha adoptado el término "brat summer", inspirado en el álbum "BRAT" de la estrella pop británica Charli XCX, y ha lanzado un nuevo banner en verde neón con el lema "kamala hq". Esta referencia ha resonado en TikTok, donde videos de Harris bailando y riendo se han vuelto virales, acumulando millones de vistas y likes.
El fenómeno "brat" ha sido aprovechado por la campaña de Harris para conectar con los votantes más jóvenes, en un intento por revitalizar la esperanza de los demócratas tras las preocupaciones por la edad de Biden y el impulso del Partido Republicano. La asociación de Harris con esta tendencia ha generado merchandasing y ha sido promovida por figuras influyentes, lo que sugiere un fuerte apoyo entre los jóvenes votantes de cara a las elecciones de noviembre.
La decisión de Biden de apoyar a Harris y la posterior consideración de Mark Kelly como su posible vicepresidente han transformado la dinámica política y mediática, creando una mezcla fascinante de estrategia electoral y cultura pop que podría definir el rumbo de las próximas elecciones.
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