El interés por los fenómenos espaciales y las horas de lectura del libro The Whole Universe fue lo que impulsó a Malick Ndiaye a diseñar un telescopio con los pocos recursos que tenía.
El niño nacido en Senegal, de apenas 12 años, usó unos viejos lentes de gran aumento que usaba su padre, una lente de cámara, alambre, papel, latas y caña para fabricar su propio telescopio.
Con estos recursos, el joven africano construyó un telescopio que le permitió ver el cielo nocturno y los detalles de la superficie de la Luna.
“Me tomó dos semanas construir el telescopio”, explicó el pequeño vestido con un polo de la NASA en un reportaje al medio español El País, “cuando enfoqué el cielo nocturno y vi los detalles de la superficie de la Luna, me pareció que podía tocarlo con tu mano. Un día estaba yo en la puerta de la casa y pasó un señor que trabajaba en las obras del camino. Me preguntó si era algo de topografía y le dije que no, que era un telescopio que yo mismo había hecho. Así que me tomó fotos y un video y los subió a Facebook”.
Lo que Malick no sabía es que este video acumularía miles de reproducciones, llegando a manos de científicos de la región que no dudaron en contactar al joven.
Además de científicos, periodistas de Senegal también se acercaron para conocer más sobre la historia del joven prodigio de ese país.
Maram Kaire, actual presidente de la Asociación Senegalesa para la Promoción de la Astronomía, acudió a la casa de Malick Ndiaye y entregó un segundo telescopio más profesional que permitiría al joven profundizar en sus observaciones espaciales.
“Cuando pude ver el video me recordó a mí cuando era más joven y pensé en todos los esfuerzos que hacemos para difundir esta ciencia. No dudé en reaccionar porque sé lo difícil que es contemplar las estrellas sin un instrumento adecuado, tener una pasión y no poder desarrollarla”, dijo Maram al citado medio.
Cuando se le pregunta sobre sus sueños para el futuro, el joven siempre ha dicho: “Solo quiero mirar las estrellas”.
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